"DE SEIS A OCHO" (Cuaderno Literario de La Tertulia Literaria de Guardamar)

viernes, 19 de diciembre de 2014

REPORTAJE DEL PERIÓDICO "GUARDAMAR DIGITAL" A LA "TERTULIA LITERARIA DE GUARDAMAR" (17-12-2014)

LA FUENTE AMARGA                                                                  Javier Bueno Jiménez


   Hace aproximadamente dos siglos, en una Castilla de campos sedientos, vivía una muchacha llamada Aulaga. Su padre era pastor; ella cultivaba un pequeño huerto además de realizar todas las labores de la casa y atender las exigencias de su padre. Por los alrededores no abundaban los muchachos casaderos y Aulaga lo que más deseaba era tener un hijo. Pero manifestar esto en presencia de su padre era desatar todas las iras de éste, ya que no quería quedarse solo y desatendido. De esta forma la muchacha era constantemente humillada, y no podía alejarse sin recibir algún golpe o paliza de su progenitor.

   Aulaga, con frecuencia, elevaba sus bellos ojos al cielo, como reclamando de su madre la protección y el consuelo que nadie le daba.

   Un día que la muchacha escardaba los tomates pasó a su lado un joven llamado Pedro, que tiraba de una mula testaruda; iba camino de Navas del Prado para establecerse como carpintero. Pidió a Aulaga si podía darle un poco de hierba y agua para la mula. Ella lo hizo con una bella sonrisa, y además cortó de la parra dos racimos de uvas que ofreció al viajero. Éste agradeció la cortesía besando fugazmente las manos de su bienhechora. Conversaron durante un buen rato, y  se sintieron felices. Se descubrieron el uno al otro.
Intuyeron lo agradable que podría ser una  vida en común y alzaron sus ojos al firmamento suplicando una oportunidad al destino.

   La muchacha sabía que su padre nunca accedería a que se marchara de allí ni tampoco consentiría, debido a sus enfermizos celos, que pudiera desposarse con nadie.

   Pedro propuso a la muchacha que se marchara con él pero ella, con lágrimas en los ojos, le dijo que era imposible. Mientras la consolaba, se oyeron los gritos del padre que la insultaba desde lejos. Aulaga pidió a Pedro que se marchara corriendo. Y así lo hizo.

   Cuando llegó su padre, comenzó a golpearla y a decirle que le había deshonrado como una ramera. Ella gritaba que no, que sólo habían hablado y que su honra estaba intacta. Pero seguía y seguía golpeándola, hasta que, en su huída, Aulaga tropezó y fue a caer de espaldas junto al brocal de la pequeña fuente. Su cabeza chocó contra las piedras, y murió de forma instantánea. La sangre, mezclada con el agua, tiñó de rojo el pequeño  manantial. El padre, horrorizado por las consecuencias de su acción, se dejó caer sobre su cuchillo, dándose muerte. Esta es la leyenda.

    Lo cierto es que, desde entonces, se afirma que si alguien  dice una mentira sobre un asunto trascendental puede ser descubierto dándole a beber agua de la fuente, pues sentirá un amargor tan terrible en su boca que no podrá por menos que escupirla. En cambio, si dice verdad podrá disfrutar del frescor de un agua deliciosa.
Así nació la leyenda de Fuente amarga.        



Agradecemos a "Guardamar Digital", el apoyo prestado a la "Tertulia Literaria de Guardamar"
y su contribución cultural a la expansión de la literatura.

¡ GRACIAS !


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